Pequeño detalles


Luego de finalizar el trabajo diario, me tomo el tiempo necesario para realizar un pequeño repaso de las labores hechas a lo largo de la jornada, una especie de memoria que me da la posibilidad de ordenar criterios y estar preparado para afrontar los avatares del siguiente día.

Como en todo análisis se pueden observar los aspectos negativos y positivos de cada jornada. Definitivamente me satisface el saber que se realizan cosas buenas porque son parte de nuestros objetivos, pero por más que se intenta no todo puede salir como esperamos. Los problemas que se suscitan diariamente y del que es inevitable no preocuparse, representa el verdadero desafío, lo que nos hace ganar experiencia y mejorar nuestro nivel profesional, en especial cuando se resuelven con inteligencia y creatividad, lo que conlleva a la satisfacción personal.

En diversas oportunidades, cuando se finaliza algún trabajo, no nos quedamos enteramente satisfechos con el resultado aunque sea correcto, siempre pensamos en la posibilidad de mejorarlo, con ello se agudiza nuestro poder de observación, el que nos hace ver los detalles que podemos pulir y que harán que el buen trabajo se convierta en excepcional, que destaque y que marque el punto de diferencia y de referencia para nuestras posteriores tareas.

La mayoría de las personas somos capaces de ver con cierta facilidad los detalles externos de un producto, pero son pocos los que tienen la capacidad de poder percibir los internos, esto es lo que marca la diferencia entre adquirir un producto que parece bueno y otro que realmente lo es. La marca, precedida por la calidad de sus productos genera la confianza que tienen los clientes en la misma, la que debe asociarse directamente en la venta de un producto de calidad.

Pero los pequeños detalles no solo se encuentran en los elementos tangibles, sino también en el servicio que se le da al cliente, la preocupación que debemos tener para resolver de forma inmediata todas sus inquietudes y finalmente ofrecer el producto adecuando es lo que diferencia a una buena empresa.

Diariamente me esmero por desarrollar y mantener esta capacidad de conocer y reconocer la importancia de los pequeños detalles, tanto al darlos como recibirlos. Es por ello que da profunda alegría el saber que los productos que ofrecemos pasan por etapas en las cuales se observa hasta los más mínimos pormenores, tanto en el proceso de fabricación como en la atención. Damos un producto de calidad y a cambio recibimos la confianza y satisfacción de nuestros clientes.


José Tolosa
Presidente
GRUPO MADEPLAX

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